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Llegada del calor y dispositivos electrónicos

Con la llegada de las vacaciones de verano, ya sea en la playa, en la montaña o en la ciudad, los dispositivos electrónicos y sus componentes pueden dañarse.

Debes hacer un mantenimiento especial de tus aparatos electrónicos, no sólo para protegerlos del calor, sino también de otros elementos como la arena, el agua o la crema.

A continuación, ofrecemos una serie de claves para cuidar de tus dispositivos y evitar un susto tecnológico este verano.

Evita la luz directa del sol

No dejes que el sol dé de forma directa a ninguno de tus dispositivos electrónicos. Estos se sobrecalientan con gran rapidez y superan con facilidad la temperatura ambiente ya de por sí muy alta en verano.

Los portátiles son uno de los dispositivos más sensibles al calor, especialmente el procesador. Este puede alcanzar temperaturas de entre 80 y 100 grados. Si no hay un sistema que saque ese calor, acabaría dañado.

El sobrecalentamiento en verano también es un enemigo para las baterías. Una exposición directa al sol o lugares con una temperatura especialmente alta puede degradar significativamente la capacidad de carga de la batería.

No apoyar el portátil en las piernas

En verano, utilizamos ropa que dejan expuestas las piernas. Y eso, junto con el incremento de la temperatura del equipo, hace que la sensación al contacto con las piernas pueda ser incómoda.

En general, no se recomienda tener el portátil apoyado en el regazo, pero en verano menos.

Aunque lleves prendas largas, los tejidos no suelen ser buenos disipadores del calor, por lo que será mejor evitar su uso en esta posición. Es interesante apoyar el equipo sobre superficies que no concentren el calor.

Reduce el brillo de la pantalla o trabaja en modo oscuro

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En relación con las pantallas, es recomendable bajar la intensidad del brillo y mantenerla apagada si no se está utilizando. Así, evitarás que se consuma la batería y reducirás el calor del dispositivo.

Por otra parte, si no es cómodo para ti esta opción, entonces puedes usar el modo oscuro para reducir la iluminación de la pantalla y que el dispositivo no se caliente. Puedes aplicarlo tanto en el móvil como en el ordenador.

Desenchufa los cargadores cuando no están en uso

A los cargadores se les conoce como los “vampiros de energía”, debido a que incluso cuando no están en uso siguen absorbiendo pequeñas cantidades de electricidad.

Cuando las temperaturas son altas pueden llegar a sobrecargar la red eléctrica, provocando un incendio.

No dejes los dispositivos en el coche

La realidad es que el interior de un coche alcanza altas temperaturas, especialmente en verano, y mucho más si está al sol.

En estas fechas, los vehículos aparcados en la calle pueden alcanzar temperaturas superiores a los 60º. Por lo que, estarías poniendo en riesgo la batería de tu dispositivo que, incluso, puede llegar a arder.

Y no será el único problema. La pantalla o el procesador pueden acabar dañados con unas altas temperaturas.

En el caso de que todavía prefieras dejarlo ahí mientras disfrutas en la playa. Os recomendamos que lo pongáis en un lugar en el que no le dé directamente el sol y, sobre todo, que esté completamente apagado.

Mantener el ordenador apagado si no lo estamos utilizando

Cuando el calor es extremo, cualquier medida es buena para intentar reducir el calor que genera el dispositivo.

En este sentido, te aconsejamos mantener la pantalla apagada siempre que no estés utilizando el dispositivo.

Con esto, estarás haciendo que la batería se consuma menos y propiciando la disipación del calor al no tener un componente encendido.

En móviles puede que sea más fácil al tener que se apaguen automáticamente, pero cuidado con dejar el portátil o el sobremesa con la pantalla encendida en los días de más calor.

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Dales un descanso a tus dispositivos

Por último, no olvides que cuanto menos utilices tus dispositivos menos se va a calentar. Esto quiere decir que, cuando haga más calor intenta utilizar el dispositivo lo menos posible.

Si no tienes más remedio por trabajo o por otra necesidad, intenta hacerlo trabajar al mínimo. Vaya, que evites las aplicaciones demasiado pesadas porque suponen que nuestro dispositivo se recaliente en exceso. 

Ahora no olvides poner en práctica estos consejos para evitar que tus dispositivos electrónicos se dañen por el calor. Si tienes alguna duda, cuenta con Voltistar. ¡Contacta con nosotros!